El expresidente Pedro Castillo protagonizó un nuevo incidente durante la segunda audiencia del juicio oral que se sigue en su contra por el fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. Desde el penal de Barbadillo, donde cumple prisión preventiva, el exmandatario intentó retirarse abruptamente de la sesión, cuestionó la imparcialidad de la magistrada Norma Carbajal y rechazó los servicios de la defensa pública.
“Dejo constancia de que no necesito los servicios de la defensa pública. El único delito que cometí es defender a este pueblo”, declaró Castillo en medio de la audiencia, reiterando que el proceso judicial en su contra está “viciado” y responde a intereses políticos. Asimismo, acusó al Ministerio Público de “forzar el tipo penal” para mantenerlo encarcelado.
Pese a sus reclamos, el tribunal, presidido por el juez José Neyra, rechazó su pedido de retiro y le recordó que su presencia es obligatoria. Castillo insistió en que su participación era contra su voluntad, pero finalmente la audiencia continuó con la intervención de su abogado.
Acusaciones contra la magistrada Norma Carbajal
Castillo sostiene que la jueza Norma Carbajal habría “adelantado opinión” en su contra, lo que —según el exmandatario— demostraría la falta de imparcialidad del tribunal. Sin embargo, el juez Neyra aclaró que este reclamo ya fue resuelto y desestimado previamente, recordando que la participación de Carbajal en etapas preliminares del proceso no implica prejuzgamiento, ya que las decisiones tomadas en esas instancias no definen la culpabilidad o inocencia del acusado.
Fiscalía pide 34 años de prisión
El Ministerio Público ha solicitado una condena de 34 años de cárcel para Pedro Castillo, acusándolo de los delitos de rebelión, conspiración y abuso de autoridad, luego de que el exmandatario anunciara el cierre del Congreso y la reestructuración del sistema judicial en un mensaje televisado el 7 de diciembre de 2022. Su fallido intento de golpe de Estado derivó en su destitución y posterior detención.
Aníbal Torres apunta a Boluarte y Fujimori
En paralelo, el ex primer ministro Aníbal Torres reveló que Dina Boluarte y Keiko Fujimori habrían sostenido conversaciones previas para concretar la salida de Castillo del poder. Según Torres, el entorno presidencial ya tenía conocimiento de esta estrategia y trató de contrarrestarla sin éxito. Boluarte asumió la presidencia tras la destitución de Castillo y actualmente enfrenta sus propios cuestionamientos políticos.
Con el juicio en marcha y las tensiones políticas aún latentes, el futuro judicial de Pedro Castillo sigue siendo incierto, mientras sus intentos de dilatar el proceso no han logrado frenar el avance de la justicia.