
El panorama económico del Perú para el año 2025 se presenta alentador, según el informe de Mapfre Economics, que proyecta al país como el segundo con mayor crecimiento en América Latina, con una tasa de Producto Bruto Interno (PBI) estimada en 2,8%. Este desempeño se acompaña de una inflación controlada, lo que genera estabilidad en los precios y confianza en los mercados.
Este crecimiento sostenido cobra especial relevancia porque ocurre después de la recesión experimentada en 2023, marcada por factores externos e internos que afectaron la actividad económica. La recuperación actual refleja la capacidad del país para adaptarse y reactivar sus motores productivos, impulsada principalmente por la demanda interna, el consumo de los hogares y la inversión privada y pública.
Entre los factores que explican esta tendencia positiva se encuentran:
- Mayor inversión pública en infraestructura, salud, educación y transporte, que dinamiza la economía y genera empleo.
- Estabilidad macroeconómica, respaldada por políticas fiscales y monetarias prudentes que han permitido mantener la confianza de los inversionistas.
- Recuperación del sector minero y agroexportador, que continúa siendo un pilar fundamental para las exportaciones y el ingreso de divisas.
- Impulso a la innovación y digitalización, que fortalece la competitividad empresarial y abre nuevas oportunidades en sectores emergentes.
Además, el control de la inflación contribuye a preservar el poder adquisitivo de las familias, mientras que las expectativas de crecimiento generan un entorno favorable para la creación de empleo y el desarrollo de proyectos estratégicos.
En conjunto, estas perspectivas confirman que el Perú se encuentra en una senda de recuperación sólida y sostenible, con un enfoque en la diversificación productiva y la inclusión social, lo que permitirá enfrentar los retos futuros con mayor resiliencia.