
El Gobierno peruano ha dado un importante paso en la lucha contra la delincuencia organizada al prohibir el comercio ambulatorio de chips telefónicos en todo el país. Esta medida busca frenar la activación ilegal de líneas móviles, una práctica que ha sido utilizada por redes criminales para cometer delitos como extorsión, estafas y suplantación de identidad.
Con esta disposición, se pretende cerrar una de las principales brechas que facilitaban la operación de mafias dedicadas a la extorsión, especialmente en sectores vulnerables. Además, se complementa con campañas de concientización ciudadana y mayor fiscalización en puntos de venta autorizados, garantizando que la adquisición de chips se realice bajo estrictos controles de identidad.
Este esfuerzo forma parte de una estrategia integral que incluye coordinación con operadores móviles, fortalecimiento de la Policía Nacional y uso de tecnología para rastrear líneas irregulares, lo que permitirá reducir significativamente los delitos que afectan a miles de peruanos.
En palabras de las autoridades, “la seguridad empieza por cerrar las puertas a la ilegalidad”, y esta acción representa un avance concreto hacia un país más seguro y confiable para todos.