El Congreso procedió con la recolección y eliminación de un gran cúmulo de basura y desmonte encontrado en su frontis el miércoles 10 de abril, luego de que varios medios informaran al respecto. Se reportó la presencia de materiales de construcción utilizados como punto para desechar diversos objetos, incluyendo cajetillas de cigarros y un pañal. Los restos fueron acumulados cerca de una de las entradas principales del Congreso, generando sospechas de que llevaban varios días en el lugar. Hasta el momento, se desconoce qué autoridad congresal autorizó la colocación de estos materiales en el predio.
En respuesta a las acusaciones, el Congreso emitió un comunicado a través de su Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional, rechazando las afirmaciones de la prensa respecto a los residuos encontrados en la fachada. Se explicó que dichos residuos formaban parte de las remodelaciones internas realizadas en el Parlamento y que se encontraban en el lugar de manera transitoria, no permanente. También se desmintió la idea de que la institución carecía de espacios adecuados para el tratamiento de residuos y que los montículos denunciados por la prensa eran solo temporales.
Por otro lado, en cuanto a la gestión de residuos sólidos en el país, la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos (N.° 1278) establece el marco legal y reglamentario para manejar adecuadamente los residuos sólidos. Esta ley busca promover una gestión sostenible de los residuos, desde su generación hasta su disposición final, con el objetivo de proteger la salud pública y el medio ambiente. Se fomenta la responsabilidad compartida, la prevención y minimización de residuos, así como una jerarquía en su manejo que prioriza la prevención, reutilización, reciclaje, tratamiento y disposición final adecuada. La norma, publicada en diciembre de 2016, busca impulsar prácticas más sostenibles y responsables en la gestión de residuos sólidos en Perú.