El Banco Mundial ha señalado que Perú posee un enorme potencial para convertirse en un país de ingresos altos en las próximas dos décadas, siempre que mantenga el ritmo de reformas estructurales y sostenibles. Este pronóstico se basa en la estabilidad macroeconómica que ha caracterizado al país en los últimos años, así como en su capacidad para impulsar sectores estratégicos como infraestructura, educación, innovación tecnológica y diversificación productiva. Las reformas propuestas incluyen mejorar la calidad del sistema educativo, fortalecer la institucionalidad, reducir la informalidad laboral y promover políticas que fomenten la inversión privada y el desarrollo sostenible.
Además, el organismo internacional destaca que Perú cuenta con recursos naturales, una ubicación estratégica y una población joven que, bien capacitada, puede convertirse en motor de crecimiento. Sin embargo, advierte que el reto principal será garantizar que este progreso sea inclusivo, reduciendo brechas sociales y regionales. Si se logra consolidar estas políticas, el país no solo alcanzará mayores niveles de ingreso, sino también una mejor calidad de vida para millones de peruanos, posicionándose como una economía líder en América Latina.