La presidenta Dina Boluarte, junto con el canciller Elmer Schialer, sostuvo el pasado 7 de enero una reunión clave con los líderes venezolanos Edmundo González y María Corina Machado. Durante este encuentro, el Gobierno peruano expresó su apoyo a González, considerado por la oposición como el presidente electo de Venezuela. Sin embargo, expertos señalan que Perú aún no ha formalizado este respaldo mediante un comunicado oficial, lo que refleja una estrategia de cautela diplomática frente a la compleja situación política venezolana.
Prudencia en las relaciones diplomáticas
Ramiro Escobar, internacionalista consultado por La República, destacó que el Perú busca evitar los errores del pasado, como el reconocimiento apresurado de Juan Guaidó, quien no logró consolidar su liderazgo frente al régimen de Nicolás Maduro. Según Escobar, el enfoque actual del gobierno peruano apunta a mantener abiertos los canales de diálogo, considerando la presencia de más de 1.5 millones de ciudadanos venezolanos en el Perú.
Por su parte, Francisco Belaunde afirmó que la posición del Perú frente a Venezuela no ha sido tan clara como la de otros países. La estrategia de la cancillería parece orientarse a equilibrar el rechazo al régimen de Maduro con la posibilidad de buscar soluciones democráticas a la crisis.
El rol de la cancillería
El canciller Schialer ya ha referido a González como “presidente electo”, aunque sin emplear el término “presidente en ejercicio”. Esta cautela podría deberse a la incertidumbre sobre los acontecimientos del próximo 10 de enero, cuando se espera que Maduro asuma un nuevo mandato.
Farid Kahhat, otro especialista en relaciones internacionales, señaló que esta estrategia permite al Perú conservar la posibilidad de coordinar con el gobierno de Maduro en temas críticos, como la seguridad y el bienestar de la comunidad venezolana en el país.
Impacto regional e internacional
La postura del gobierno de Dina Boluarte será determinante para el posicionamiento de Perú en el escenario latinoamericano frente a la dictadura venezolana. Aunque el apoyo a González representa un paso hacia la alineación con la oposición, los analistas coinciden en que la cautela busca evitar comprometer relaciones diplomáticas necesarias para abordar la migración y la estabilidad regional.
La reunión entre Boluarte, Schialer y los líderes opositores marca un hito en la política exterior peruana, pero también evidencia la complejidad de adoptar una postura contundente en un contexto político tan polarizado.