La presidenta Dina Boluarte continúa atravesando una crisis de legitimidad sin precedentes, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Los resultados revelan que su desaprobación alcanza el 90%, mientras que su aprobación se sitúa apenas en un 6%. Este panorama refleja la persistente desconfianza de la población hacia su gestión.
El estudio muestra que el rechazo hacia Boluarte es más marcado en los sectores socioeconómicos C, D y E, aquellos con menores ingresos, donde la desaprobación alcanza cifras alarmantes. En las zonas urbanas, el nivel de desaprobación sube al 93%, destacándose las regiones norte y sur del país como las más críticas con su mandato.
Factores de descontento
La falta de popularidad de Dina Boluarte no es reciente. Desde mayo de 2024, sus índices de rechazo no han bajado del 90%, salvo un breve descenso al 88% en agosto. A pesar de ello, la presidenta ha mantenido un discurso distante de la percepción ciudadana. Durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Boluarte aseguró que el país vive en un clima de tranquilidad, declaraciones que han sido duramente cuestionadas por diversos sectores que señalan los problemas de inseguridad, corrupción y protestas sociales.
Investigaciones y denuncias
Boluarte enfrenta actualmente ocho investigaciones por diversos casos, entre ellos, una denuncia constitucional por las muertes ocurridas en las protestas y presuntos actos de corrupción relacionados con la omisión de declarar relojes Rolex. Asimismo, su presunta reunión con la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, sigue generando controversias.
Aunque el Congreso de la República ha evitado tomar acciones en su contra, la mandataria se encuentra bajo constante escrutinio de la opinión pública. Su gestión, marcada por altos niveles de desaprobación, plantea serios desafíos para el Ejecutivo en un contexto político altamente polarizado.
Perspectivas
Con un margen de error de ±2.8%, el estudio del IEP resalta la desconexión entre el Ejecutivo y los problemas que afectan a la ciudadanía. El descontento popular y la falta de confianza en su liderazgo continúan siendo los principales obstáculos que Boluarte deberá enfrentar en el tramo final de su mandato.