En el marco de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3), celebrada en la ciudad francesa de Niza, la presidenta de la República, Dina Boluarte, protagonizó un nuevo episodio de tensión con la prensa nacional al negarse a responder una pregunta formulada por una periodista peruana.
Al finalizar su intervención en la sesión inaugural del evento, una reportera del medio Ojo Público se acercó para hacerle una consulta, a lo que la mandataria respondió secamente: “No”. De inmediato, su equipo de seguridad intervino para bloquear cualquier intento de acercamiento por parte de la prensa. La escena fue registrada en video y se viralizó rápidamente en redes sociales.
Esta actitud se suma a otros episodios similares ocurridos durante su gestión, en los que ha mostrado reticencia al diálogo con medios críticos o independientes. La actitud de Boluarte ha sido cuestionada por gremios periodísticos, quienes exigen mayor apertura y transparencia de parte del Ejecutivo.
A pesar de haber posado en fotografías oficiales junto a otras autoridades internacionales, la participación de la jefa de Estado no estuvo acompañada de anuncios relevantes en materia ambiental. Críticos señalan que el viaje tuvo un carácter más simbólico que efectivo, al no concretarse compromisos vinculantes ni medidas concretas en defensa del ecosistema marino peruano.
Durante su estancia en Francia, Boluarte agradeció públicamente a los congresistas que autorizaron su viaje, a quienes calificó como “demócratas” por su supuesto compromiso con la protección del mar de Grau. Sin embargo, esta declaración ha sido interpretada por diversos analistas como una estrategia de acercamiento político, en medio de versiones sobre posibles negociaciones entre el Ejecutivo y ciertas bancadas parlamentarias.
El retorno de la presidenta coincidirá con una votación clave en el Congreso: el pedido de voto de confianza para el gabinete que encabeza el nuevo premier, Eduardo Arana. Esta nueva etapa del Gobierno llega en un contexto de creciente polarización, debilidad institucional y cuestionamientos sobre la legitimidad del Ejecutivo.