El perro sin pelo del Perú se destaca por su porte elegante, agilidad y cuerpo atlético. Aunque puede tener algo de pelo en la punta de la cola, las pezuñas y la cabeza, su principal característica es la inteligencia y su naturaleza dócil, tanto con niños como con adultos.
Los antiguos peruanos consideraban que estos perros no solo eran inteligentes y rápidos para aprender, sino que también traían suerte y curaban. Desde hace más de dos décadas, este Patrimonio Cultural de la Nación ha sido crucial en la conformación de la identidad cultural y la historia del país.
Representados en la cerámica y la iconografía de diversas culturas como Vicús, Mochica, Chimú y Chancay, estos perros tienen un significado profundo en la tradición peruana. Tartarini enfatiza la importancia de que cada hogar peruano tenga uno de estos canes, con la esperanza de aumentar su población y preservar la especie.
Hoy en día, se conocen diferentes tamaños de esta raza, desde pequeños hasta grandes, adaptándose y sobresaliendo con dignidad en los hogares peruanos que los acogen y valoran su legado histórico.